Es ya el octavo año de tonterias, risas, diversión y algún que otro llanto junto a tí. Ocho años repletos de días tiradas en un banco, encerradas en el H, idas y venidas a fiestas e incluso en nuestras casas metidas haciendo de todo menos estudiar. Ocho años de caidas repentinas al suelo, de compartir recreos infinitos juntas, de risas con nuestros chulos, de risas sin nuestros chulos, de tardes haciendo el cangrejo y de tardes volviendonos unas autenticas rokeras. Tardes protagonizadas por unas diosas, unas lobas, a veces unas marcianitas, pero ante todo unas tardes llenas de felicidad, de sonrisas repletas de momentos y recuerdos. Ocho años de canciones de amor, de amistad y de tristeza. Ocho años de noches en fiestas, y de tardes por Irlanda, y de mañanas en la nieve.